Por Arnaldo Martín
La región del Noroeste Argentino está cobrando interés en virtud de inversiones mineras vinculadas al mercado del mineral de litio. Este tipo de operaciones se relacionan con la coordinación eficiente de una serie de actividades, como el transporte de equipos pesados, el manejo de grandes volúmenes de materiales a granel, la gestión de inventarios, la programación de rutas de transporte, la logística inversa y el cumplimiento de regulaciones ambientales y de seguridad, entre otros aspectos.
Uno de los pilares fundamentales para el éxito de estas operaciones es el transporte, ya que permite reducir los costos de traslado y almacenamiento, optimizar los tiempos de entrega y garantizar altos estándares de seguridad y sostenibilidad ambiental.
Cabe destacar que las inversiones actuales en el sector minero sugieren un aumento en los volúmenes de carga hacia el futuro, sin duda, influirá en la infraestructura de transporte del NOA y creará nuevas oportunidades para actividades económicas adicionales. Sin embargo, el transporte que actualmente posee la región del NOA presenta limitaciones en cuanto a costos, tiempos de entrega y sostenibilidad.
Por estadísticas vinculadas al Banco Mundial y la Cepal la industria del litio experimentará una expansión sin precedentes en los próximos años. Esta expansión requerirá importantes mejoras de eficiencia en los procesos involucrados en la extracción, transporte y distribución de este mineral y sus derivados. Según los pronósticos, para el año 2030, se necesitarán más de 1,3 millones de toneladas de LCE (carbonato de litio equivalente), casi tres veces el volumen disponible en la actualidad, para satisfacer la demanda proyectada. Esto proporciona una idea de las dimensiones de la transformación que se avecina.
Para cumplir con estos objetivos y debido al predominio del transporte carretero en la región del Noroeste Argentino (NOA), es fundamental optimizar la logística, dada la considerable distancia entre la región y los puertos. Por ello, se plantea integrar el transporte ferroviario con el carretero, ya que el ferrocarril es el medio más adecuado para trasladar cargas mineras debido a su alta capacidad de carga, lo que permitiría una mayor eficiencia en la operación.
Aunque el sistema ferroviario enfrenta desafíos derivados de una infraestructura obsoleta y de su limitada participación en el transporte de carga, el ferrocarril presenta un gran potencial para abaratar costos. En comparación con el transporte por camión, que puede ser entre un 30% y un 70% más caro dependiendo de las condiciones de infraestructura y la logística, el ferrocarril se configura como una alternativa competitiva.
No obstante, este potencial se ve condicionado por diversos factores, tales como la asimetría regulatoria entre los modos de transporte, que favorece al transporte por camión debido a su flexibilidad, así como la ausencia de una carga tributaria adecuada para la infraestructura vial.

El acceso a los puertos es un aspecto central en la logística del transporte intermodal asociado a la minería de litio. Los puertos actúan como puntos de conexión esenciales entre el transporte terrestre y marítimo, permitiendo que el litio procesado, en formas como el carbonato de litio o hidróxido de litio, sea exportado a nivel mundial, especialmente a mercados clave: Asia y Europa.
La eficiencia y capacidad de los puertos en países como Chile y Argentina, juegan un rol determinante, ya que estos deben contar con infraestructura adecuada para manejar grandes volúmenes de minerales, así como con conexiones directas a redes ferroviarias o carreteras que faciliten el flujo continuo de mercancías.
El transporte intermodal en la minería de litio, por tanto, no solo implica la coordinación de diferentes modos de transporte, sino que también requiere una adecuada integración de la infraestructura terrestre y portuaria, garantizando la reducción de tiempos de tránsito, la minimización de costos y el cumplimiento de los estándares de seguridad y sostenibilidad exigidos por las autoridades y los mercados internacionales.
Cabe destacar que la línea ferroviaria que opera en la región del Noroeste Argentino es el ferrocarril Belgrano Cargas y dispone de una ubicación privilegiada dentro del esquema del transporte del MERCOSUR. Posee conexiones con los centros de producción del área NOA-NEA (Salta, Jujuy, Formosa, Chaco, Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero), el área Centro (Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires) y el área de Cuyo (Mendoza, San Juan y La Rioja). Además, tiene conexiones internacionales con Chile (Socompa), Bolivia (Pocitos) y Brasil a través de Bolivia, con el mismo tipo de trocha métrica, que es la trocha angosta (un metro de ancho).
La mejora de la infraestructura ferroviaria y la creación de nodos logísticos eficientes permitirán a la region del Noroeste Argentino, integrarse de manera más competitiva en el comercio internacional, particularmente en el sector de la minería y otras actividades productivas. Este desarrollo favorecerá la competitividad regional en el contexto del MERCOSUR y otras regiones comerciales clave.
La concepción de estos proyectos no solo busca optimizar la logística interna, sino que también desempeña un papel fundamental en el comercio internacional, especialmente en el marco del Corredor Bioceánico Norte, al facilitar la intermodalidad y mejorar la eficiencia en el transporte de cargas.
Arnaldo Martín Ventacu
Director de Carrera de Especialización en logística Universidad Católica de Salta (Ucasal) y Magister en Comercio Internacional.
