Mundo Ferroviario

El Ferrocarril Interoceánico; Detonador del Crecimiento Económico

Por Oscar Israel Navarro Govea

Ha sido extensamente estudiado, el hecho de que el ferrocarril fue el principal detonante del desarrollo en diversas partes del mundo. El ferrocarril conectó ciudades, acercó a las familias y permitió el traslado de mercancías de los centros de producción a los centros de consumo. Los envíos de mercancías dejaron de hacerse en carretas jaladas por mulas, para enviarse a través de grandes furgones. 

 

El ferrocarril permitió el traslado de mercancías a menores costos, mayor rapidez y un mayor alcance a centros de consumo cada vez más alejados, provocando crecimientos económicos acelerados.

 

El Istmo de Tehuantepec, desde la época colonial, ha sido visualizado con un gran potencial comercial. A inicios de la segunda mitad del siglo xix, inversionistas ingleses y estadounidenses mostraron su interés por construir un corredor de mercancías, aprovechando la geografía de esta zona. Por diversas situaciones de la época no lograron concretarse. No fue sino hasta finales del mismo siglo xix que se plasmaron varios proyectos de infraestructura en México y uno de ellos fue conectar dos de los puertos más grandes ꟷhasta ese momentoꟷ Salina Cruz en Oaxaca y Coatzacoalcos en el estado de Veracruz. Fue así que nació el tren transístmico durante el gobierno de Porfirio Diaz. 

 

El tren transístmico detonó el crecimiento de la zona, y el desarrollo del país, al convertirse en el principal paso interoceánico de mercancías, desde su inauguración en 1907 y hasta 1914, año en que se inauguró el canal de Panamá. Solo siete años de esplendor, ya que con la competencia del canal comenzó su declive. Muchos proyectos y planes de reactivación de este importante paso tuvieron lugar durante todo el siglo xx, pero ninguno de ellos logró consolidarse, y la zona estuvo en el olvido durante mucho tiempo.

Es por ello que uno de los principales proyectos de desarrollo en la actualidad es el ferrocarril interoceánico, impulsado por la actual administración del gobierno federal. Contrario a las ocasiones anteriores de reactivación, esta vez viene acompañado de un plan de desarrollo para toda la zona del sureste mexicano.

 

El pasado 20 de octubre de 2021, el canciller Marcelo Ebrard, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar se reunieron con los gobernadores de los estados del sureste mexicano, donde también estuvo presente la amcham (Cámara de Comercio estadounidense en México), y varios representantes de empresas privadas estadounidenses. Esta es la clara muestra de que el ferrocarril interoceánico no solo será un corredor intermodal, sino que busca ser un nuevo nodo productor y consumidor de bienes y servicios. Aunado a esto, el actual presidente de  México, Andrés Manuel López Obrador, ya lo había anticipado en meses anteriores, cuando anunció el establecimiento de diez parques industriales en el Istmo.

 

Paralelamente, se estima que ꟷpara los próximos añosꟷ el tránsito de contenedores crecerá de manera exponencial. Es por ello que el Canal de Panamá comenzó desde hace un par de años la construcción de una tercera esclusa para incrementar su capacidad de despacho de buques. Esta noticia podría ser mala para el interoceánico mexicano, que podría convertirse en una excelente ruta de contenedores provenientes de China y Japón con destino a la costa este de los Estados Unidos. 

La ventaja en esta ocasión (para que no se repita la historia de 1914) es que ahora habrá inversiones de empresas privadas en la zona produciendo bienes, mismos de que tendrán la necesidad de ser exportados a distintas partes del mundo, y a su vez crear fuentes de empleo.

 

Bien lo saben los proveedores locales que están pendientes del desarrollo de este proyecto. El pasado 15 de septiembre en el Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca, tuve oportunidad de participar en la Primera Expo Congreso Internacional Eléctrico del Sureste 2021, donde reconocidas marcas y distribuidores de productos de protección y distribución eléctrica pudieron reunirse para visualizar y dimensionar el crecimiento económico que tendrá el sureste mexicano en los próximos años, y estar preparados para cubrir las necesidades que el mercado eléctrico demandará.

 

Aunado a todo lo anterior, el otro gran proyecto que impulsará el sureste es el, ya muy mencionado por muchos, Tren Maya, que no solo será turístico, como en un principio se nos hizo creer. El Tren Maya será de carga y muchos inversionistas ya están echando manos a la obra.

 

Puerto Progreso, en Yucatán, tendrá el astillero más grande de México y América Latina, de la mano de la empresa italiana Fincantieri que firmó un convenio con el Gobierno del Estado. Amazon, ya opera su nuevo centro de distribución en el municipio de Umán. Sky Capital ha comenzado con la construcción del primer rascacielos del sureste. Importantes firmas inmobiliarias están estableciendo impresionantes hoteles y departamentos de gama alta en las playas del puerto Telchac, el que muchos llaman el próximo Tulúm. Estos proyectos son solo en Yucatán, pero toda la península tiene grandes planes y proyectos de infraestructura para mejorar la conectividad local e internacional. Simplemente si pensamos en las estaciones que tendrá el Tren Maya, cada una de ellas estará en comunidades que serán un polo de consumo, que requerirán desarrollo inmobiliario, abastecimiento de agua y el tratamiento de las residuales. Esto detonará el crecimiento de dichas comunidades.

 

A manera de conclusión, el Tren Interoceánico es uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos tiempos, junto con el establecimiento de grandes industrias, un buen control de costos de operación para que las empresas navieras vean los beneficios de esta ruta de comercio, y el Tren Maya, con todos los proyectos paralelos mencionados, el sureste mexicano tiene todo el potencial para convertirse en un enorme nodo económico de clase mundial en los próximos años, aunque quedan varios asuntos en el aire y que deben ser estudiados más a fondo, como las afectaciones a las comunidades y los impactos ecológicos y sociales, se suma además la creación de nuevos flujos migratorios.

 

 

 
 

 

Oscar Israel Navarro Govea 

 

Ingeniero Eléctrico de profesión, miembro de familia ferrocarrilera y apasionado de las locomotoras. 

Vendedor de  equipos de protección y distribución eléctrica en Schneider Electric México.

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